viernes, 19 de octubre de 2012

Capítulo 11: One Thing


Uno de los monumentos más famosos de Londres estaba en frente de mí. Ahora lo entendía, Alex había reservado una de las cabinas para ver Londres desde un solo ojo, el Ojo de Londres. Y yo, me había dado cuenta pasando por encima del río Támesis, por el Tower Bridge en concreto. Caminamos por el paseo en dirección a aquella gigante noria, y en unos minutos, estábamos en frente de aquel lugar tan conocido mundialmente, que había visitado tanta gente. Un lugar al que nunca me había imaginado que iba a ir y menos con aquel maravilloso chico. El que ahora me estaba mirando con sus preciosos ojos marrones.
-¿Estás lista?-preguntó.
-Sí, pero aun estoy pensando en el por qué de todo esto ¿tienes pensado decírmelo?
-Ahora lo descubrirás.

Subimos unas escaleras plateadas y Alex habló con el dependiente, este nos hizo pasar por una especie de mini alfombra roja, como las de los estrenos de las películas. Una cabina de cristal con unas líneas rojas pintadas, estaba justo a nuestro lado. El dependiente abrió la cabina con una llave. Entramos en ella, me senté en frente de Alex en un mini sofá de terciopelo rojo y  el dependiente la cerró con llave. Sentí como nos elevábamos en esa bola gigante de cristal. Veía Londres según subíamos, el Támesis por donde antes había pasado, el Tower Bridge,  el Big Ben, el Shakespeare Globe Theatre, el Buckingham Palace e incluso el monumento más grande de Europa que aun estaba en construcción. Llegamos arriba. La noria se paró.
-¿Quieres saber por qué estás aquí ahora mismo conmigo y no con el resto en el cine?-dijo mirándome fijamente a los ojos.
-Según como lo has dicho me parece que ya lo sé-dije soltando sin querer una risa tonta.
-Ven aquí, anda-dijo sonriendo.
Me levanté del sofá y me senté a su lado, me rodeó con su brazo y apoyé mi cabeza contra su pecho, oí su corazón latir. Con la misma fuerza que esa noche. Mi corazón se aceleró, parecía que la cabina iba a estallar de lo fuerte que latían nuestros corazones. Levanté mi cabeza de su pecho y le miré a los ojos. Alex se acercó lentamente hacia mí se inclino y sentí sus labios pegados a los míos, nuestras lenguas se enredaron. Me besó por última vez y me susurró al oído:
-I love you.
-Joder si suena más bonito hasta en inglés- dije riéndome.
-Hala, ya has jodido el momento-sonrío moviendo la cabeza.
-Cállate-dije dándole un pico.
-Es la mejor manera de mandar callar que he visto en mi vida-dijo antes de devolvérmelo.
La noria volvió a bajar lentamente, cada vez estábamos más cerca del suelo, hasta que por fin llegamos. Mi primer viaje en noria se había hecho inolvidable.
El dependiente abrió la puerta, salimos de la cabina y vi como le guiñaba un ojo a Alex. Él sonrió, cogió mi mano y nos dirigimos al paseo por el que antes habíamos pasado,  pero esta vez con las manos entrelazadas.
-¿Y ahora a dónde vamos?
-Al cine, con el resto.
-Vale, pero les damos la noticia esta noche ¿vale?
-Yo creo que se van a dar cuenta.
-Bueno, qué más da.
Sonreí y le miré a los ojos, esta vez de una manera diferente. Le miré con ternura y le di un beso en la mejilla. Pasó su brazo por mis hombros y le cogí la mano. Atravesamos el Tower Bridge y nos adentramos en las anchas calles de Londres, subimos una calle por detrás de un hotel y llegamos a la zona central de la ciudad. Allí había un centro comercial, en el que nuestros amigos iban a ir al cine.
-¡Lo conseguiste!- oí una voz masculina gritar detrás nuestra.
-¿Zack?-pregunté girándome y soltando la mano de Alex.
En frente mía estaba un chico rubio de pelo largo y de ojos verdes con la mirada fija en mí. Detrás de él estaban el resto de los chicos y otras tres chicas más. ¿Tres? Valeria, Kat, y ¿quién es la otra? ¿Ya me habían reemplazado? Me fije en la cara de la chica, no me sonaba de nada, ni idea. No la conocía. Noté como me devolvían la mirada y se acercaron a donde estábamos nosotros.
-Hola.
-Hola.
-Sara, Alex, ésta es Cris, ha llegado hoy nueva al instituto justo unas horas después de haberos ido vosotros.
-Encantada-le di dos besos.
-Igualmente-contestó sonriente.
Parecía maja. Sí, seguro que lo era. Tenía el pelo castaño oscuro, ondulado con unas ondulaciones perfectas y unos preciosos ojos azules.
-¿Qué tal en la noria?-dijo Valeria mirándome enarcando las cejas.
-Bien-dije mirando a Alex y sonriendo.
-Bueno que, ¿no veníamos a ver una peli?-interrumpió Alex cambiando de tema.
-Sí, por cierto ¿Cuál vamos a ver?-pregunté.
-¿Hay Amanecer en la cartelera?-preguntó Cris-quiero ver a Taylor Lautner.
Esa chica ya me caía bien. Le sonreí.
-Vamos a mirar-dijo Valeria.
Kat y yo fuimos con ellas a mirar la cartelera del cine, y por suerte si estaba, la veríamos primero que en España.
Alex se dirigió a la taquilla.
-Eight tickets for Breaking Dawn, please-dijo en un perfecto inglés.
-Okay, here you are-el joven taquillero le dio ocho entradas.
-How much is it?-preguntó Alex
-It’s twenty eight pounds-contestó el joven.
-Okay- Alex pagó.
El chico le dio el cambio y le dimos lo que costaba cada entrada, tres con cincuenta cada uno. Nos adentramos a la sala dos, en la que estrenaban justo ese día la película. Nos sentamos en la última fila de butacas. Las chicas me rodearon para un lado nos pusimos las chicas y para el otro los chicos. Valeria y Kat me miraron fijamente pero las ignoré.
-¿Tienes pensado contarnos lo que pasó?
-No-dije riendo-.
-Ah, muy bien-dijo Kat haciéndose la ofendida-.
-¡Venga tía cuéntanoslo!-exclamó Valeria.
-Sí,-dijo Cris-yo aún no te conozco mucho pero también quiero saberlo.
-Os lo cuento esta noche,-contesté-lo prometo.
-Vale.
Las luces se apagaron y la pantalla del cine se iluminó, había un pequeño cambio a los cines españoles, bueno un cambio bastante grande… ¡La peli estaba en inglés! Pero se entendía bien. Taylor Lautner apareció en la pantalla furioso, sus ojos estaban llenos de rabia y lanzaba un papel al suelo, la invitación a la boda de Edward Y Bella, a continuación se quitó la camiseta, todas las chicas de la sala empezamos a gritar enloquecidas.
-¡No me jodas tío! Que tengo yo mejor cuerpo-gritó Jake cuando nos calmamos.
-¡Callate Jake!-contestamos nosotras gritando al unísono.
Los chicos empezaron a reír. Una chica que estaba  en las butacas de delante de nosotros les mandó callar. Los chicos se quedaron callados durante toda la película.
La película acabó, las luces se encendieron y salimos del cine. La gente hablaba de la película, de lo que les había gustado y lo que no. Decidimos ir a cenar a una pizzería que estaba a unos pasos de allí. Las pocas mesas que tenía la terraza estaban llenas, puesto que a esa hora no hacía mucho frío en la calle. Entramos en la pizzería y había tres mesas libres al fondo. Juntamos dos de ellas y llamamos al camarero. Era un tipo joven de pelo castaño y unos impactantes ojos marrones que vestía el uniforme del local. Kat  le miró divertida.
-Hello, are you ready to order?
-Yes, wait a minute, please-dijo Alex.
-¿Qué preferís la de cuatro quesos, la barbacoa o la Prosciutto que es de jamón york y queso, con aceitunas?-pregunto Nico.
-No me gustan las aceitunas-dijo Valeria.
-¿Pedimos una prosciutto normal y una de barbacoa?-pregunto Zack.
-Mejor dos ¿no?-dijo Cris-mejor que sobre a que falte.
El camarero nos miro.
-¿Lo habéis decidido ya?
-Yes, we… un momento, ¿has hablado en español?-pregunte algo confusa.
-Sí, soy italiano,-dijo con un perfecto acento- y viví en Barcelona dos años.
-Que bien, mi tío vive allí-dijo Jake.
El joven se rio.
-¿Vais a pedir o…?
-Sí,-afirmé riendo- dos Prosciutto normales y una de barbacoa pero con poca salsa picante.
El joven camarero apunto nuestra elección en una libreta.
-¿Y de  beber?
-¿Coca-Cola?-pregunté mirando a mis amigos.
Asintieron con la cabeza. El camarero lo apunto.
-¿Queréis patatas fritas, alitas de pollo o Fish’n Chips para antes de la pizza?
-Vale, trae dos raciones de  patatas-dijo Robert.
-Y que no se te olvide el kétchup- añadí yo.
Lo apunto todo en la libreta.
-En quince minutos estará todo listo.
-Gracias.
-A vosotros por venir-contesto antes de irse.
Un olor a pizza llegó a nuestros olfatos poco tiempo después de marcharse, olía genial.
-Os habéis fijado que en todo lo que llevamos aquí, no hemos hablado nada de nosotros mismos, hemos hecho como una especie de nueva vida-dijo Valeria.
-Es verdad, a todo esto, ¿de dónde eres Cris?-pregunté curiosamente.
-Soy de Gran Canaria.
-Ahí tengo yo familia-dije sonriendo.
-¿Y tú, Sara?-preguntó ella.
-Yo soy de Asturias.
-Kat es Neoyorkina y yo de Valencia,-añadió Valeria-¿Y vosotros chicos de donde sois?
-Nosotros, de la capital, Madrid-contestó Zack.
-Jo, siempre he querido ir a Madrid-dije.
-Ya tendrás tiempo- dijo Jake mirando a Alex.
El camarero llegó con nuestras patatas fritas, eran dos raciones gigantes. A continuación puso en la mesa un bote de kétchup, otro de mayonesa y otro de mostaza. Valeria cogió el kétchup y lo echo en uno de los platos de patatas. En el otro Kat echo mayonesa. Nos comimos las patatas mientras hablábamos sobre varios temas. Al cabo de diez minutos el camarero volvió a nuestra mesa con las tres pizzas partidas en triángulos. Cogimos cada uno una porción de una de las pizzas de jamón y queso.
La puerta del local se abrió, una pareja más o menos de nuestra edad entro. Estaba segura de haber visto a esa chica en alguna parte.
-¿¡Esa chica, no es la que tiene una cover increíble de Not Just You en YouTube?-pregunto Cris.
-¿Ebony Day?-pregunte algo confusa.
-Sí, ¡esa es!- exclamó ella.
-Pues está muy buena-dijo Jake.
-Y pillada-dijo Robert picándole.
-Sara, ¿me acompañas a decirle que me encantan sus covers? Es que me da vergüenza-preguntó Cris tímidamente.
-Claro, vamos.
Nos levantamos de la mesa y nos acercamos hasta donde estaba Ebony. La chica nos miró intentando averiguar quiénes éramos, pero por la cara que puso no tenía ni la mas remota idea.
-Hey, are you Ebony Day, right?-pregunte.
-Oh, Yes, why?-pregunto sonriendo.
-We just wanna tell you that we love your cover of Not Just You. You have an awesome voice!
-Thank you-dijo la chica con una sonrisa aun mas grande en la cara.
-Well bye, haha and thanks for your time-contesto Cris.
-Bye and nice to meet you-dijo Ebony.
Volvimos a nuestra mesa con nuestros amigos.
-¿Es su novio?-pregunto Jake nada más sentarnos.
-¡Jake!-exclamé riñéndole- es su vida.
-Ya pero quiero que sea parte de la mía.
-Oh, qué bonito,-dijo Kat- que pena que no vaya a ser así.
-¿Quién sabe?-dijo Valeria antes de darle el último mordisco a su porción de pizza.
Nos acabamos la primera pizza y empezamos la segunda, la de barbacoa. Poco tiempo después la acabamos. Como ya estábamos llenos y se hacía tarde, decidimos volver a casa con la última pizza en la caja de cartón que nos había dado el camarero. Salimos del local y emprendimos la marcha hacia nuestra residencia. Atravesamos la calle del Nando’s donde conocimos a Niall y seguimos por Main Street hasta llegar al último desvío hacia nuestra casa. Cuando llegamos nos llevamos una gran sorpresa. El patio de la residencia estaba llena de gente, había muchos más estudiantes, un autobús con un cartel que ponía All Saints Anglican School, acababa de llegar.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, avisame cuando publiques mas. Por cierto deberias cambiar la forma en la que se vedesde el.movil xq no se ven las letras.
    Besos!

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