Uno de los monumentos
más famosos de Londres estaba en frente de mí. Ahora lo entendía, Alex había
reservado una de las cabinas para ver Londres desde un solo ojo, el Ojo de
Londres. Y yo, me había dado cuenta pasando por encima del río Támesis, por el
Tower Bridge en concreto. Caminamos por el paseo en dirección a aquella gigante
noria, y en unos minutos, estábamos en frente de aquel lugar tan conocido
mundialmente, que había visitado tanta gente. Un lugar al que nunca me había
imaginado que iba a ir y menos con aquel maravilloso chico. El que ahora me
estaba mirando con sus preciosos ojos marrones.
-¿Estás
lista?-preguntó.
-Sí, pero aun estoy
pensando en el por qué de todo esto ¿tienes pensado decírmelo?
-Ahora lo descubrirás.
Subimos unas escaleras
plateadas y Alex habló con el dependiente, este nos hizo pasar por una especie
de mini alfombra roja, como las de los estrenos de las películas. Una cabina de
cristal con unas líneas rojas pintadas, estaba justo a nuestro lado. El
dependiente abrió la cabina con una llave. Entramos en ella, me senté en frente
de Alex en un mini sofá de terciopelo rojo y el dependiente la cerró con llave. Sentí como
nos elevábamos en esa bola gigante de cristal. Veía Londres según subíamos, el
Támesis por donde antes había pasado, el Tower Bridge, el Big Ben, el Shakespeare Globe Theatre, el
Buckingham Palace e incluso el monumento más grande de Europa que aun estaba en
construcción. Llegamos arriba. La noria se paró.
-¿Quieres saber por qué
estás aquí ahora mismo conmigo y no con el resto en el cine?-dijo mirándome
fijamente a los ojos.
-Según como lo has
dicho me parece que ya lo sé-dije soltando sin querer una risa tonta.
-Ven aquí, anda-dijo
sonriendo.
Me levanté del sofá y
me senté a su lado, me rodeó con su brazo y apoyé mi cabeza contra su pecho, oí
su corazón latir. Con la misma fuerza que esa noche. Mi corazón se aceleró,
parecía que la cabina iba a estallar de lo fuerte que latían nuestros
corazones. Levanté mi cabeza de su pecho y le miré a los ojos. Alex se acercó
lentamente hacia mí se inclino y sentí sus labios pegados a los míos, nuestras
lenguas se enredaron. Me besó por última vez y me susurró al oído:
-I love you.
-Joder si suena más
bonito hasta en inglés- dije riéndome.
-Hala, ya has jodido el
momento-sonrío moviendo la cabeza.
-Cállate-dije dándole
un pico.
-Es la mejor manera de
mandar callar que he visto en mi vida-dijo antes de devolvérmelo.
La noria volvió a bajar
lentamente, cada vez estábamos más cerca del suelo, hasta que por fin llegamos.
Mi primer viaje en noria se había hecho inolvidable.
El dependiente abrió la
puerta, salimos de la cabina y vi como le guiñaba un ojo a Alex. Él sonrió,
cogió mi mano y nos dirigimos al paseo por el que antes habíamos pasado, pero esta vez con las manos entrelazadas.
-¿Y ahora a dónde
vamos?
-Al cine, con el resto.
-Vale, pero les damos
la noticia esta noche ¿vale?
-Yo creo que se van a
dar cuenta.
-Bueno, qué más da.
Sonreí y le miré a los
ojos, esta vez de una manera diferente. Le miré con ternura y le di un beso en
la mejilla. Pasó su brazo por mis hombros y le cogí la mano. Atravesamos el Tower
Bridge y nos adentramos en las anchas calles de Londres, subimos una calle por
detrás de un hotel y llegamos a la zona central de la ciudad. Allí había un
centro comercial, en el que nuestros amigos iban a ir al cine.
-¡Lo conseguiste!- oí
una voz masculina gritar detrás nuestra.
-¿Zack?-pregunté
girándome y soltando la mano de Alex.
En frente mía estaba un
chico rubio de pelo largo y de ojos verdes con la mirada fija en mí. Detrás de
él estaban el resto de los chicos y otras tres chicas más. ¿Tres? Valeria, Kat,
y ¿quién es la otra? ¿Ya me habían reemplazado? Me fije en la cara de la chica,
no me sonaba de nada, ni idea. No la conocía. Noté como me devolvían la mirada
y se acercaron a donde estábamos nosotros.
-Hola.
-Hola.
-Sara, Alex, ésta es
Cris, ha llegado hoy nueva al instituto justo unas horas después de haberos ido
vosotros.
-Encantada-le di dos
besos.
-Igualmente-contestó
sonriente.
Parecía maja. Sí,
seguro que lo era. Tenía el pelo castaño oscuro, ondulado con unas ondulaciones
perfectas y unos preciosos ojos azules.
-¿Qué tal en la
noria?-dijo Valeria mirándome enarcando las cejas.
-Bien-dije mirando a
Alex y sonriendo.
-Bueno que, ¿no
veníamos a ver una peli?-interrumpió Alex cambiando de tema.
-Sí, por cierto ¿Cuál
vamos a ver?-pregunté.
-¿Hay Amanecer en la
cartelera?-preguntó Cris-quiero ver a Taylor Lautner.
Esa chica ya me caía
bien. Le sonreí.
-Vamos a mirar-dijo
Valeria.
Kat y yo fuimos con
ellas a mirar la cartelera del cine, y por suerte si estaba, la veríamos
primero que en España.
Alex se dirigió a la
taquilla.
-Eight tickets
for Breaking Dawn, please-dijo en un perfecto inglés.
-Okay, here you are-el joven taquillero le dio ocho entradas.
-How much is it?-preguntó
Alex
-It’s twenty
eight pounds-contestó el joven.
-Okay- Alex pagó.
El chico le dio el
cambio y le dimos lo que costaba cada entrada, tres con cincuenta cada uno. Nos
adentramos a la sala dos, en la que estrenaban justo ese día la película. Nos
sentamos en la última fila de butacas. Las chicas me rodearon para un lado nos
pusimos las chicas y para el otro los chicos. Valeria y Kat me miraron
fijamente pero las ignoré.
-¿Tienes pensado
contarnos lo que pasó?
-No-dije riendo-.
-Ah, muy bien-dijo Kat
haciéndose la ofendida-.
-¡Venga tía
cuéntanoslo!-exclamó Valeria.
-Sí,-dijo Cris-yo aún
no te conozco mucho pero también quiero saberlo.
-Os lo cuento esta
noche,-contesté-lo prometo.
-Vale.
Las luces se apagaron y
la pantalla del cine se iluminó, había un pequeño cambio a los cines españoles,
bueno un cambio bastante grande… ¡La peli estaba en inglés! Pero se entendía
bien. Taylor Lautner apareció en la pantalla furioso, sus ojos estaban llenos
de rabia y lanzaba un papel al suelo, la invitación a la boda de Edward Y
Bella, a continuación se quitó la camiseta, todas las chicas de la sala
empezamos a gritar enloquecidas.
-¡No me jodas tío! Que
tengo yo mejor cuerpo-gritó Jake cuando nos calmamos.
-¡Callate
Jake!-contestamos nosotras gritando al unísono.
Los chicos empezaron a
reír. Una chica que estaba en las
butacas de delante de nosotros les mandó callar. Los chicos se quedaron
callados durante toda la película.
La película acabó, las
luces se encendieron y salimos del cine. La gente hablaba de la película, de lo
que les había gustado y lo que no. Decidimos ir a cenar a una pizzería que
estaba a unos pasos de allí. Las pocas mesas que tenía la terraza estaban
llenas, puesto que a esa hora no hacía mucho frío en la calle. Entramos en la
pizzería y había tres mesas libres al fondo. Juntamos dos de ellas y llamamos
al camarero. Era un tipo joven de pelo castaño y unos impactantes ojos marrones
que vestía el uniforme del local. Kat le miró divertida.
-Hello, are you
ready to order?
-Yes, wait a
minute, please-dijo Alex.
-¿Qué preferís la de
cuatro quesos, la barbacoa o la Prosciutto que es de jamón york y queso, con
aceitunas?-pregunto Nico.
-No me gustan las
aceitunas-dijo Valeria.
-¿Pedimos una
prosciutto normal y una de barbacoa?-pregunto Zack.
-Mejor dos ¿no?-dijo
Cris-mejor que sobre a que falte.
El camarero nos miro.
-¿Lo habéis decidido
ya?
-Yes, we… un momento,
¿has hablado en español?-pregunte algo confusa.
-Sí, soy italiano,-dijo
con un perfecto acento- y viví en Barcelona dos años.
-Que bien, mi tío vive
allí-dijo Jake.
El joven se rio.
-¿Vais a pedir o…?
-Sí,-afirmé riendo- dos
Prosciutto normales y una de barbacoa pero con poca salsa picante.
El joven camarero
apunto nuestra elección en una libreta.
-¿Y de beber?
-¿Coca-Cola?-pregunté
mirando a mis amigos.
Asintieron con la
cabeza. El camarero lo apunto.
-¿Queréis patatas
fritas, alitas de pollo o Fish’n Chips para antes de la pizza?
-Vale, trae dos
raciones de patatas-dijo Robert.
-Y que no se te olvide
el kétchup- añadí yo.
Lo apunto todo en la
libreta.
-En quince minutos
estará todo listo.
-Gracias.
-A vosotros por
venir-contesto antes de irse.
Un olor a pizza llegó a
nuestros olfatos poco tiempo después de marcharse, olía genial.
-Os habéis fijado que
en todo lo que llevamos aquí, no hemos hablado nada de nosotros mismos, hemos
hecho como una especie de nueva vida-dijo Valeria.
-Es verdad, a todo
esto, ¿de dónde eres Cris?-pregunté curiosamente.
-Soy de Gran Canaria.
-Ahí tengo yo
familia-dije sonriendo.
-¿Y tú, Sara?-preguntó
ella.
-Yo soy de Asturias.
-Kat es Neoyorkina y yo
de Valencia,-añadió Valeria-¿Y vosotros chicos de donde sois?
-Nosotros, de la capital,
Madrid-contestó Zack.
-Jo, siempre he querido
ir a Madrid-dije.
-Ya tendrás tiempo-
dijo Jake mirando a Alex.
El camarero llegó con
nuestras patatas fritas, eran dos raciones gigantes. A continuación puso en la
mesa un bote de kétchup, otro de mayonesa y otro de mostaza. Valeria cogió el kétchup
y lo echo en uno de los platos de patatas. En el otro Kat echo mayonesa. Nos
comimos las patatas mientras hablábamos sobre varios temas. Al cabo de diez
minutos el camarero volvió a nuestra mesa con las tres pizzas partidas en triángulos.
Cogimos cada uno una porción de una de las pizzas de jamón y queso.
La puerta del local se
abrió, una pareja más o menos de nuestra edad entro. Estaba segura de haber
visto a esa chica en alguna parte.
-¿¡Esa chica, no es la
que tiene una cover increíble de Not Just You en YouTube?-pregunto Cris.
-¿Ebony Day?-pregunte algo
confusa.
-Sí, ¡esa es!- exclamó
ella.
-Pues está muy
buena-dijo Jake.
-Y pillada-dijo Robert picándole.
-Sara, ¿me acompañas a
decirle que me encantan sus covers? Es
que me da vergüenza-preguntó Cris tímidamente.
-Claro, vamos.
Nos levantamos de la
mesa y nos acercamos hasta donde estaba Ebony. La chica nos miró intentando
averiguar quiénes éramos, pero por la cara que puso no tenía ni la mas remota
idea.
-Hey, are you
Ebony Day, right?-pregunte.
-Oh, Yes, why?-pregunto
sonriendo.
-We just wanna
tell you that we love your cover of Not Just You. You have an awesome voice!
-Thank you-dijo la chica con una sonrisa aun mas grande en la cara.
-Well bye, haha
and thanks for your time-contesto Cris.
-Bye and nice to
meet you-dijo Ebony.
Volvimos a nuestra mesa
con nuestros amigos.
-¿Es su novio?-pregunto
Jake nada más sentarnos.
-¡Jake!-exclamé riñéndole-
es su vida.
-Ya pero quiero que sea
parte de la mía.
-Oh, qué bonito,-dijo
Kat- que pena que no vaya a ser así.
-¿Quién sabe?-dijo
Valeria antes de darle el último mordisco a su porción de pizza.
Nos acabamos la primera
pizza y empezamos la segunda, la de barbacoa. Poco tiempo después la acabamos.
Como ya estábamos llenos y se hacía tarde, decidimos volver a casa con la
última pizza en la caja de cartón que nos había dado el camarero. Salimos del
local y emprendimos la marcha hacia nuestra residencia. Atravesamos la calle
del Nando’s donde conocimos a Niall y
seguimos por Main Street hasta llegar
al último desvío hacia nuestra casa. Cuando llegamos nos llevamos una gran
sorpresa. El patio de la residencia estaba llena de gente, había muchos más
estudiantes, un autobús con un cartel que ponía All Saints Anglican School, acababa de llegar.
Para cuando el siguiente??
ResponderEliminarEste fin de semana lo escribiré, prometido. :)
EliminarMe ha gustado mucho, avisame cuando publiques mas. Por cierto deberias cambiar la forma en la que se vedesde el.movil xq no se ven las letras.
ResponderEliminarBesos!
Si supiera como, lo cambiaria jaja
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